El color no sólo es sensación, también, es emoción.
Los colores aparte de aportar "vida" al mundo están expuestos a una psicología concreta, y cada uno representa un sentimiento. El color tiene la capacidad de estimular o deprimir, provocar alegría o tristeza, incluso favorecer sensaciones como frío, calor, orden o desorden.
Azul.
Es un color preferido por muchas personas, principalmente de género femenino. Transmite armonía, simpatía y felicidad pese a ser frío y distante. En publicidad se le relaciona con la limpieza y la frescura.
Rojo.
Color vigoroso, de la pasión, del amor y del odio. Simboliza alegría y peligro.
Amarillo.
Es el color de la luz, del optimismo, de la contradicción, de los celos. También representa la diversión y la traición. Una presencia excesiva del mismo puede provocar irritabilidad.
Verde.
El color de la esperanza y del equilibrio emocional, de la fertilidad y de la burguesía. Es la quinta esencia de la naturaleza. Representa una ideología, un estilo de vida que rechaza una sociedad dominada por la tecnología. También es el color de los celos.
Negro.
Es el color favorito del poder, de la elegancia y del universo. También representa la muerte y la negación.
Blanco.
A este color se le atribuyen lecturas positivas como la pureza, el bien y la inocencia.
Naranja.
Exótico y llamativo. Tiene un agradable efecto de tibieza, pero en exceso puede aumentar la ansiedad.
Violeta.
Se identifica con la pasión, el sufrimiento y la muerte. En su variante púrpura se relaciona con la dignidad y la delicadeza.
Rosa.
Color de lo dulce y delicado. Pero, también, de lo escandaloso.
Marrón.
El marrón es un color que tiene un fuerte significado de naturaleza. De alguna forma despierta nuestro lado más natural y nos evoca fuertes sensaciones de seguridad y estabilidad.