SOBRE MI
Allá por el año 65 vine al mundo, de niña pasaba las vacaciones en Estellencs un pueblo de Mallorca ubicado en la Sierra de Tramuntana, a los pies del monte Galatzó, de ahí el nombre de mis jabones. Fue entonces, en casa de mi abuela, dónde vi hacer jabón por primera vez. Ella lo elaboraba con los posos que quedaban en las tinajas dónde almacenaban el aceite que obtenían del fruto de sus olivos... Y la magia del jabón me poseyó para siempre.
Los míos son jabones sencillos, que desprenden el aroma sutil y natural de los ingredientes que llevan incorporados. Algunos, buscando la máxima suavidad y aceptación para las pieles delicadas carecen de aroma y simplemente huelen a jabón. Son jabones 100% naturales que elaboro con todo el cuidado y la dedicación que sólo puede recibir un producto artesano.
La base de mis jabones es el aceite de oliva virgen, un aceite rico en vitaminas y minerales, que posee numerosas propiedades: hidratantes, suavizantes y antioxidantes, además de ser excelente en la prevención del envejecimiento de la piel, la protege contra los agentes ambientales externos, la hidrata y le da firmeza. Proporcionando protección a todo tipo de piel, especialmente a las más sensibles.
Además, del aceite de oliva utilizo otros aceites y mantecas vegetales (Aceite de Rosa Mosqueta, Manteca de Karité, Manteca de Cacao, Aceite de Jojoba, Aceite de Avellana, Aceite de Almendras Dulces...) Así como hierbas aromáticas y otros ingredientes que la madre naturaleza nos regala, arcillas, sal, agua de mar, etc. Y, aunque la mayoría son veganos, también, uso algún subproducto animal (yogurt, leche, cera de abeja, seda natural y miel) pues me agradan las propiedades que le brindan al jabón.