Leche Virginal.
Éste es un producto totalmente nuevo para mi, descubrirlo fue una auténtica sorpresa. Su sencillez y su aroma me encantan. Se trata de una fórmula muy antigua que todavía se utiliza para cuidar la piel, un compuesto natural realizado en base a tres ingredientes: agua de rosas, glicerina y benjuí.
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Os dejo las cantidades que he utilizado de cada ingrediente por si os animáis a elaborarla:
95 ml. de agua de rosas.
10 gotas de tintura de benjuí.
5 ml. de glicerina vegetal.
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La Leche Virginal se puede aplicar sobre las zonas más secas del cuerpo, como hidratante para codos y talones, preferentemente después del baño proporcionando alivio y bienestar general.
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Si tienes la piel seca y sensible, la puedes usar cada mañana sobre el rostro con pequeños toques. Hidrata la piel y la relaja.
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Se usa, también, como descongestionante cuando necesitamos sentirnos rápidamente con una ”nueva piel”. Aportando elasticidad, un tono luminoso e hidratación extra.
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Es tan suave que puede ser usada en niños y bebés.